El primer libro en la historia

Juan Gutenberg, nació en Maguncia, Alemania en el año 1400, fue el inventor de la imprenta de tipos móviles. Antes que él, varios inventores trataron de hacer una máquina capaz de imprimir muchos textos rápidamente, pero ninguno lo consiguió.



Gutenberg pertenecía a una familia de orfebres que acuñaban sellos y monedas, y aprendió muy bien ese oficio, que le fue de gran utilidad, ya que empleó sus conocimientos sobre los metales, para efectuar muchas pruebas, hasta que logró hacer una muy resistente aleación de antimonio y plomo, con la que fundió cada una de las letras del alfabeto en moldes individuales, que servían para componer palabras, líneas y textos completos. Las letras las fundió en posición inversa, a fin de que cuando las volteara para presionarlas sobre el papel, no quedaran al revés y las hizo en relieve, para evitar que la tinta penetrará en las partes que debían quedar en blanco. Gutenberg también inventó tintas y cepillos para esparcir la tinta sobre los moldes.

Después diseñó y mandó hacer una prensa de madera, denominada prensa de tornillo. Los tipos de metal se entintaban, se colocaban sobre la plancha inferior de la prensa y se cubrían con el papel que se deseaba. Con el tornillo se hacía descender una plancha, o platina, de madera, y se presionaba hasta que las letras quedaban impresas. Posteriormente se le llamó Prensa a la publicación de periódicos, porque las primeras impresiones se hicieron con una prensa.



En 1456, después de haber elaborado algunos pequeños trabajos, Gutenberg imprimió su primer libro, que fue una Biblia en latín, conocida con el nombre de Biblia de 42 líneas, aunque en realidad debería llamársele Biblia de 42 columnas, pues es éste el número de columnas que posee. Esta obra representa la transición de los libros manuscritos a los impresos, ya que cuando Gutenberg lo imprimió, aún no había vaciado los moldes de las bonitas letras góticas mayúsculas con las que solía iniciarse cada párrafo, y tuvo que dejar un espacio en blanco en el lugar que correspondían a estas letras para que posteriormente un escribiente los llenara a mano (Que bueno que ahora existen impresoras). A Gutenberg se le atribuye la publicación de muchos otros libros, pero no se tiene la certeza de que el haya sido el impresor, porque no firmó ninguno de ellos.




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