Así luce ahora la tumba de Jesús.

Las obras de restauración del Edículo y la Cúpula, que protegen la tumba de Jesucristo, terminaron a tiempo y los resultados serán presentados pasado mañana, según confirmó la encargada de la obra, Antonia Moropoulou, en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.



"Ahora se puede ver el color y la textura, las inscripciones, los frescos", dijo Moropoulou junto a la centenaria estructura -construida en 1810 para proteger el lugar donde según la creencia cristiana ocurrió el entierro y resurrección de Jesús- tras diez meses de restauración, durante los que se limpiaron las láminas de mármol del armazón y se reforzó su estabilidad.

Además, se sustituyeron losas dañadas, se cubrieron las grietas con pegamento, rellenaron fisuras y reforzaron soportes para un "monumento que durará para siempre", resaltó la jefa griega de la restauración.

A fines de febrero, se retiraron los andamiajes colocados por los británicos en 1947 -tras un terremoto que amenazó seriamente la integridad del Edículo-, así como las lonas y mamparas que rodean el monumento se quitarán en las próximas horas para que quede despejado de materiales de obra para la presentación.

En lo alto de la Cúpula reluce una cruz greco-ortodoxa, que no estaba antes de la restauración y que según el franciscano y arqueólogo Eugenio Alliata "podría pertenecer al proyecto original del Edículo".

Con un presupuesto inicial de 3 millones de euros, el equipo restaurador contó con una financiación total de 6 millones, el 80 por ciento aportado por donaciones desde el exterior, declaró a la agencia EFE Bonnie Burnham, ex presidenta del Fondo de Monumentos Mundiales (WMF, por sus siglas en inglés).

Las obras fueron posibles gracias al acuerdo de las tres iglesias cristianas (greco-ortodoxa, armenia apostólica y católica romana) y Moropoulou espera que la rehabilitación "inaugure una nueva era para Tierra Santa, una era de comunicación".

El templo del Santo Sepulcro estuvo abierto al público durante todo el proceso de restauración y sólo fue cerrado durante 36 horas, cuando se retiró la lápida que cubría lo que se cree que es la fosa original de Jesús, cerrada desde hacía cinco siglos, proceso registrado por National Geographic para un especial documental.



En declaraciones a la prensa, Moropoulou narró lo que descubrió allí: "Pudimos constatar que hay elementos que datan de la época del emperador Constantino, pero también que las distintas intervenciones y restauraciones de las que hablan los diarios de peregrinos y textos históricos de los siglos XIV y XVI efectivamente se produjeron. Es historia viva", argumentaba, visiblemente emocionada.

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